viernes, 2 de agosto de 2013

¡Mari*a Ganaste! (O, dejemos la hipocresía, aquí todos vemos el Miss Venezuela)

En Venezuela, tenemos una devoción mística con el Miss Venezuela, es una especie de símbolo nacional, básicamente, el 80% de la televisión en el país, está conformada por ex-misses, y hasta la persona menos farandulera, sabe de su existencia, el piropo más recurrente para cualquier muchachita, "Ay que linda, cuando sea grande será Miss Venezuela", funciona de trampolín para muchas, y para alimentar el ego de otras, cualquier muchacha bonitica que se respete, tiene su historia tipo "Yo fui a la quinta, pero al final no participé"

Cuando cumplí 16, me estiré mucho y me puse muy flaquita, me quitaron los aparatos, lentes, y deje de ser Betty La Fea, aquí, mujer que mida más de 1.70m, es prototipo para ser Miss, claro, en mi caso mis sensuales muslos de pollo y mis exquisitos cachetitos, hacían que todo "promotor"  siempre me dijera "Ay niña, si rebajas 8 kilos y te operamos esos cachetes , podemos moverla", y no, yo no tengo la típica historia de "Osmel me vio y bla bla bla", nunca pasó de algún peluquero con ínfulas de manager la conversa,  además, como diría una amiga, yo hubiese sido como Sandra Bullock en Miss Simpatía de haber ido siquiera a un Miss Bolibomba.

Ese es mi cuento, pero hay millones de niñas que se mueren por ser Miss Venezuela, que harían cualquier cosa por estar en el concurso, por eso, en Venevisión, han decidido hacer "Todo por la Corona" un "reality" donde muestran todo lo que deben pasar las chicas que quieran concursar, prácticamente, se paran frente a un panel, que les da hasta con el tobo, buscando el mínimo defecto, un Osmel Sousa, que a pesar de su buen ojo y sus logros, cada vez se parece más a Sofía Imber, un profesor de oratoria, un estilista, un entrenador físico, y una experta en pasarela.

He leído críticas hacia el programa, a nivel de producción, me parece lo más decente que se ha hecho en mucho tiempo ¿el contenido?, esa es la parte hipócrita, algunos se alarman, pero en un país, donde hacerte las tetas, tener extensiones, rabo plástico y uñas acrílicas, son primera necesidad, no entiendo la rajadura de vestiduras, digamos que estas son chicas que crecieron viendo lo que pueden lograr las que por la quinta pasan, y se animan, además, es divertido, ver a chicas que en su vida han levantado una pesa, criticar los "feos cuerpos" y lo "horribles que son", estemos claros, la más "fea" del concurso, sería un atraco en cualquier sitio.

Para bien o para mal, el Miss Venezuela es parte de la cultura Pop venezolana, eso de ver lo que sufren las chicas para entrar al certamen, a mi me da morbo, es como cuando veo Legalmente Rubia, es banal, no me deja nada productivo, pero es un placer culposo, lo único que espero es más acción, 50 mujeres juntas, peleando por algo, debe dar origen a más de una pelea de Gatas, además, en este país, donde casi nada funciona, es bueno ver que al menos Osmel, no acepta sobornos, ni le da la corona a una Miss porque se vista de cierto color, si no lo han visto, lo pasa Venevisión los lunes a las 8:30 pm, y Sony Entertainment Television, que sin sonar vende patria, tiene mejor colorido que el local.




jueves, 1 de agosto de 2013

Inferno de Dan Brown (O...¿Cómo es que Robert Langdon se mete en tantos líos?)



A Dan Brown, lo conocí como creo que nos pasó a la mayoría, gracias al "Código Da Vinci", el cacareado libro, que levantó polémicas, y puso a los Iluminatti de moda, tenía además un final impredecible, que nos hizo quedar con la boca abierta, Dan la tenía clara, prácticamente era el guión para una película, incluso, hizo una "ligera" insinuación sobre quien quería que la protagonizara, "A Robert Langdon le dicen que se parece a Harrison Ford", le salió mejor, se quedó con un ganador de premios de la academia, Tom Hanks.

Luego del Código Da Vinci, leí Ángeles y demonios,  eso si, ya Robert Langdon tenía cara, ahora eran las aventuras de Tom Hanks en un guión literario, me gusta mucho la manera en la que, las ciudades, son otro personaje mas en los libros de Dan Brown, las describe de manera minuciosa, con tantos detalles, que a mi particularmente, me parecen de vez en cuando son un poco excesivos, pero bueno, me gusta su estilo, así que como buena seguidora, busqué "Inferno", tan rápido como pude.

No es que no me gustara el libro, es sólo que me pasó como cuando leo a Katzenbach, ya les conozco la fórmula, mientras John, siempre hace que sus personajes finjan suicidios, a Dan, le encanta dar giros "inesperados", Inferno, me ha dejado con las ganas de leer la Divina Comedia de Dante, de hecho, el título del libro está relacionado con el mítico poema, nuevamente, tres ciudades son protagonistas, Florencia, Venecia y Estambúl, y nuevamente, Robert se tropieza con una Mega mujer, que le acompaña en su aventura, aunque, al final, nadie es quien creíamos (otra "Brownzada")

Como decía anteriormente, ya me imaginaba los "Gatos encerrados", aunque en esta oportunidad, el libro tiene algo que me ha gustado, un elemento extra que no me esperaba y te pone mas ansioso por llegar al final, la trama es tipo "Memento", me explico, Robert Langdon tiene una especie de amnesia, y olvidó lo que pasó en los últimos días, así que la historia la van armando de adelante hacia atrás, uniendo piezas hasta que te enteras que fue lo que realmente pasó.

Para quienes me han preguntado si se vuelve a meter con el Vaticano, pues no, sólo una pequeña cachetada a la OMS, y a uno que otro gobierno, a Robert, como siempre, lo requieren para un asunto de vida o muerte (Esta vez, mas literal que nunca), hay persecuciones, organizaciones clandestinas, transhumanismo, genios que están locos, misterio,virus de laboratorio, búsquedas, y por supuesto, una mujer bellísima que se suma a la lista de las que han compartido aventuras con Langdon, el libro engancha, sobre todo si eres amante del suspenso, en mi caso, pues, me pegó tanto, que lo leí en dos días, espero opiniones de quienes lo hayan leído.

P.D./ No quiero echar a perder nada, pero les dejo esta genial alusión a "50 sombras de Grey", morí de risa con ella.